¿Quién no se ha juntado con un desconocido en plena inconsciencia etílica y ha mantenido una conversación con el tipo más rastrero que te has podido echar a la cara in your fuckin' life? Me imagino que el otro conversador habrá pensado lo mismo, pero en este caso vamos a barrer para casa y el impresentable es él, ya que nosotros aparte de guapos somos guays. Y chupis incluso.
El sábado a eso de las 7 de la mañana (hora crítica) de camino a Atocha nos juntamos con un mamarracho que ni me acuerdo porque se puso a hablar con nosotros, pero lo que sí me acuerdo es de esto:
Desgraciado: "¿De dónde sois?"
Nosotros los guays: "De Parla"
Desgraciado: "Yo también soy de Parla. No os conozco. Vosotros no sois de Parla"
Nosotros los chupis: "Sí que lo somos. Coño."
Desgraciado: "¿De qué calle?"
Nosotros los molonguis: "De la calle Rio Tajo"
Desgraciado: "Hostias...ahí es dónde está el puti club de la guarra esa"
Nosotros los estupendos: "Claro..."El Cervantes"".
Desgraciado: "Entonces sois de Parla"
A continuación viene un monólogo de el Desgraciado que se resume en lo siguiente:
"Yo cuando me voy de putas, a todas les como LA CORUCHA. Pero siempre sin BICHO. O sea, que jamás me pongo condón. Ya que pagas, que folles a gusto".
Esta es la clase de gente que te encuentras a las 7 de la mañana. Mi consejo de hoy: jamás salgas de copas hasta altas horas de la madrugada. Ves a gentuza sin igual. Incluidos los guays.
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